26/9/08

¿Qué celebramos?


Banderas tricolor ondeando, olores a pambazos y pozole, gritos de ¡Viva México Cabrones!; Sabanas blancas con rojo, olor a pólvora y sangre, gritos de dolor. ¿Qué celebramos? ¿Qué celebramos cuando cientos de mexicanos mueren a manos del crimen organizado? ¿Cuándo miles de indígenas mueren cada año por falta de atención médica digna? ¿Cuándo el dinero de todos, está en manos de unos pocos?
La mexicanidad dejó de ser una celebración conmemorativa de los valores que se gritan cada año en la explanada de la Plaza de la Constitución, para convertirse en una fiesta mediática que pretende hacer creer a una sociedad que es unida, solida, e igualitaria; cuando la verdad, los promotores de dichas festividades, son excluyentes, elitistas, opresores y fundamentalistas de un capitalismo insensible que se basa en el supuesto erróneo de que todos somos iguales y tenemos las mismas oportunidades.
De conocer bien la historia de México, sabríamos que no hay nada que celebrar. Entenderíamos que quienes firmaron el acta de independencia fueron unos traidores que no querían una nación libre, sino una nación propia; sabríamos que los héroes que nos dieron patria y libertad eran tan mezquinos y oportunistas como los actuales representantes del Estado. Comprenderíamos que la Constitución que tan vehementemente defendemos con retórica, fue escrita a modo para el beneficio de unos pocos.
Gritar ¡Viva México! No sería necesario de pagar nuestros impuestos, de respetar a nuestros hermanos indígenas no sólo en el discurso, sino en los actos; de mantener limpias nuestras calles y pagar nuestras multas de tránsito, en vez de dar una “mordida”.
Escudarse en que celebrar es una tradición, justifica la opresión que los poderosos ejercen sobre nosotros, ya que esa, también es una tradición. Llenar las plazas públicas de alaridos nacionalistas, banderitas tricolores “made in China” y comer los tradicionales antojitos mexicanos no nos vuelve patriotas… No, nos vuelve una manada de borregos que berrea al son del pastor en turno. Nos vuelve una horda de autómatas programados para emborracharse con tequila con squirt y comprar ridículos sombreros que ni siquiera representan la estética mexicana. Nos quita la conciencia de que nuestro país se está cayendo a pedazos, y aun así, celebramos. Nos quita nuestra dignidad para cambiarla por una “identidad nacional” más americanizada que un McDonalds… Por eso pregunto ¿Qué celebramos?

1 comentario:

JACM dijo...

Mastermind without ideas? Lo que pasa es que hay algunas personas que prefieren no decir nada a soltarse diciendo estupideces. Hablando de blogs, el tuyo no tiene mucho tráifco...El mundo se está perdiendo de tu genialidad...y serás por siempre incomprendido...la eterna víctima. Claro, supongo que ese es el papel que siempre has jugado y querido jugar. Saludos desde Hermosillo. Atte. Chochín.